Hay historias que nacen frente al fuego. La nuestra también.
El Leño nació como nacen muchas cosas lindas: sin buscarlo tanto, pero con un fuego interno imposible de apagar. Empezamos con una simple idea: fabricar productos de hierro de calidad, duraderos, bien hechos. Pero en el camino descubrimos que estábamos creando mucho más.
La foto que ves acá es real. Es la primera parrilla que fabricamos, y quienes están en ella son Franco (mi hermano) y mi primo Nicolás, con esa mezcla de orgullo y entusiasmo que se tiene cuando sabés que algo está empezando.
Yo soy Gonzalo, y junto con Franco, mi papá Gustavo y mi tío Eduardo, pusimos en marcha El Leño con un propósito claro: que cada cosa que hagamos —desde una parrilla hasta una salamandra— esté construida con materiales de primera, con pasión por el detalle, y con la certeza de que la calidad es innegociable.
Porque en un mundo que se acostumbra a lo descartable, nosotros elegimos fabricar productos que duren. Que resistan el tiempo, el uso, y que tengan historia. Hechos como antes, pensados para hoy.
Y así entendimos que nuestro trabajo no es solo construir objetos de hierro, sino darle forma a momentos.
Porque cada parrilla, cada salamandra, cada disco, cada fogonero... están hechos para eso: para reunir, para compartir, para celebrar con los que más querés.
🖤 No fabricamos productos. Construimos recuerdos que duran toda la vida.
Con el tiempo fuimos aprendiendo, creciendo, mejorando. Pero algo nunca cambió: el deseo de que lo que fabricamos sea parte de tu historia.
Hoy, si estás leyendo esto, te queremos dejar algo más que una historia.
Te queremos decir que salir de la zona de confort vale la pena.
Que animarse a hacer algo propio, distinto, con propósito, puede cambiarte la vida.
Y que muchas veces, las mejores decisiones nacen con una chispa… y terminan en un fuego inolvidable.
Bienvenid@ a El Leño.
El fuego está encendido.
Hacelo tuyo.